La información por si misma en los distintos formatos no trasciende ni genera su verdadero valor sino que es mediada por el docente. Para que la información se transforme en conocimiento necesita del rol formador insustituible del docente(profesor, bibliotecario, maestro).
Actualmente se brinda mucha información pero no toda es utilizable o no es pertinente para una determinada necesidad del usuario. Por lo tanto no se debe tener el concepto que con solo poner a disposición las herramientas tecnológicas ya alcanzan. No deben verse como un fin, sino como el medio para procesar la información y generar conocimientos.
El corazón de la cultura escolar hoy lo definiría como un corazón joven con proyectos a futuro, aceptando cambios para innovar, motivados por lo atraída que está la generación joven con las nuevas tecnologías.
Lo que tendríamos que transmitir a parte de ser críticos con la información es la apertura mental, estar dispuestos al cambio para mejorar nuestra calidad de vida decidiendo, eligiendo según nuestras necesidades por tal motivo además debemos inventar nuevos modos de trabajar con la lectura y la escritura.
Nuevos modos de trabajar para atrapar a la nueva generación, utilizar estrategias que el lector o escritor se sienta cómodo y no obligado, hay que rescatarlo del secuestro virtual mejorando su realidad, para ello la biblioteca es el pilar mas importante.
Ayala, Marisa N.
Arias, Victor H.
Gonzalez, Silvina V.
Moreno, Graciela V.
Mudryk, Miriam M.
Tévez, Leopoldo E.
Valdez Manso, Ana J.